martes, 20 de octubre de 2009

Entrevista a Roberto Santiesteban, psicoterapueta de el CRÑ

-¿Cuál fue su motivación principal para estudiar psicología?
Siempre me ha gustado la conducta de las personas. Entender que los motiva a actuar de una determinada forma. “de pasadita” tuve la suerte de tener un profesor de psicología en secundaria, muy hábil que logro establecer una empatía con muchos de nosotros, los alumnos. A partir de ese entonces me interesó ese tema y no lo dude dos veces.

-¿Tuvo algún interés por otra carrera?
Si, en realidad siempre me llamo la atención la medicina, pero más por una cuestión familiar que por un interés personal. Es más, tuve una evaluación de orientación vocacional y entre mis rasgos no salió medicina, pero si psicología. Y de ahí de frente.

-¿Cuántos años lleva ejerciendo la psicología?
Ejerciendo tengo, a ver… 25 o 26 años aproximadamente

-¿Cuál ha sido una de las experiencias más agradables a lo largo de toda su carrera?
En realidad las tengo constantemente. En el trabajo con adicciones me encuentro con personas que iniciaron su tratamiento un buen tiempo y todavía se mantienen en abstinencia. Reencontrarme con ellos es gratificante. Por ejemplo, a veces llaman a mi casa para saludar y decirme que se encuentran bien, o a través del e-mail, diciendo que se mantienen en abstinencia, que están bien con su familia, etc.
Tuve la oportunidad de trabajar con adolecentes en el callao y es curioso y satisfactoria cuando llaman, ya no adolescentes, sino personas maduras y se acuerdan todavía de su psicólogo. Y eso es realmente gratificante para mí.

-¿Cuál es su especialización?
Adicciones. Todo lo que es adicciones tanto drogas legales, las ilegales y las nuevas adicciones como la adicción al juego, al internet, entre otras.

-¿Cómo llego a la institución?
A través de Hospital Valdizan

-¿Qué es lo que más le gusta de la institución?
La libertad para trabajar. Nosotros somos de las pocas instituciones en la que el psicólogo puede dar un alta clínica, un permiso. Entonces, acá tenemos bastante libertad para desenvolvernos como psicoterapeutas y el reconocimiento de la institución a nivel internacional.

-¿Y algo desagradable de la institución?
A veces incomoda un poco la distancia. Ñaña está en una zona extrema de la ciudad y el tráfico dificulta para llegar. Esto nos conlleva a una pérdida de tiempo.

-¿Cuál es exactamente su rol acá?
Como psicoterapeuta. En algún momento he tenido la coordinación del equipo técnico, eso en cuanto a nivel profesional. Pero en el ámbito clínico, si se quiere decir, es una comunidad de roles democráticos, no hay niveles. No pretendo ser solamente el terapeuta o psicoterapeuta, sino el migo, el que los escucha, el que los entiende.

-¿Considera que este es un trabajo en equipo?
Si, se complementan bien. Todos nos damos la mano. Todos nos apoyamos porque se priorizan los objetivos de los pacientes.

-¿Cual crees que sería tu posición en ese quipo si hacemos la analogía con el fútbol?
Umm…creo que sería el DT y los pacientes los jugadores. Porque les digo que pueden hacer, como se pueden ubicar que tácticas pueden usar, pero al final todo depende de ellos. Ellos son los que meten los goles. Si están jugando mal es necesario corregirlos y llamarles la atención, pero cuando logran grandes objetivos es pertinente felicitarlos. Que interesante esta analogía

-¿Cree que la terapia cognitivo conductuales suficiente para trabajar en drogas?
Es la más eficiente en estos casos. No solo lo digo yo sino también hay muchos estudios que indican que en drogas se obtienen mejores resultados aplicándola.

-¿Es duro trabajar con adictos?
En algunas cosas, pero una también sabe que puede ser muy satisfactorio cuando se están recuperando.

-¿Qué opina de esta generación de jóvenes?
Creo que hay muchos estímulos y facilidades para la tecnología. El acceso es más rápido, pero eso también puede contribuir de cierta forma a un riesgo.

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